¿Sientes molestias permanentes en tu rodilla y te preocupa que sea un problema de menisco? Haces bien en preguntártelo, ya que estamos hablando de una afección muy común que atendemos en Advansur Traumatología Avanzada. De hecho, es muy probable que en tu círculo más o menos cercano conozcas a alguien que se haya visto sometido a una cirugía en el menisco, ¿verdad? Para intentar guiarte y que conozcas mejor los síntomas asociados a estas lesiones y cómo afrontarlas, te dejamos este artículo en el que profundizamos en su tratamiento mediante las suturas meniscales.
¿Qué son y qué importancia tienen los meniscos?
Los meniscos son discos de cartílago que tienen forma de “C” y que se encuentran en el interior de la rodilla, concretamente entre el fémur y la tibia. En cada rodilla tenemos 2 meniscos, el menisco medial (en la parte más interna de la articulación) y el menisco lateral (en la zona externa).
Los meniscos cumplen con una importante labor de amortiguación, repartiendo la carga de cada movimiento y absorbiendo los impactos, de manera que la rodilla no sufra tanto desgaste.
¿Cómo saber si tengo una lesión en el menisco?
Las lesiones de los meniscos son los problemas más frecuentes de rodilla con el que nos encontramos en la Unidad de Rodilla y Cadera de Advansur Cirugía Avanzada. Pacientes de todas las edades acuden a nosotros, presentando síntomas comunes.
Entre estos síntomas, destacan el dolor permanente en la zona de la rodilla (interna o externa), crujidos o chasquidos frecuentes, bloqueos al realizar ciertos movimientos, inflamación, presencia de líquido, inestabilidad en la articulación o la sensación de pesadez al mover la rodilla.
¿Qué tipos de lesiones de menisco hay?
Podemos clasificar las lesiones de menisco en 3 grandes grupos:
- Lesiones traumáticas: son consecuencia de una actividad intensiva en la rodilla. Por ejemplo, en deportistas o trabajadores cuya actividad supone un esfuerzo importante para las rodillas (por ejemplo, cuando se ponen en cuclillas para cargar y descargar peso).
- Lesiones degenerativas: frecuentes a partir de personas de mediana edad. Para entonces, los meniscos han perdido flexibilidad. Esto hace que sean más propensos a romperse.
- Meniscos discoideos: aquí el menisco tiene una malformación que consiste en que, en vez de tener forma de media luna, la tiene de disco completo, como si es hueco de la “C” estuviera relleno.
Tipos de tratamientos de menisco
Para tratar estas lesiones meniscales, los traumatólogos del miembro inferior cuentan con dos alternativas diferenciadas, la meniscectomía parcial y la sutura meniscal.
Las meniscectomías parciales consisten en extirpar el menisco antes de que tenga lugar su rotura. Actualmente es la opción menos recomendada, ya que dejamos a nuestra rodilla más indefensa al no contar con el factor amortiguador de los meniscos, lo que puede derivar en problemas futuros, como artrosis.
Así que la primera opción a contemplar siempre serán las suturas meniscales, de la que vamos a tratar más en profundidad.
¿Qué son las suturas meniscales?
Una sutura meniscal consiste en fijar la zona periférica del menisco a la cápsula articular mediante la introducción de una aguja con la sutura enhebrada en ella. Se trata de una intervención que se realiza mediante cirugía artroscópica, por lo que es mínimamente invasiva y sólo requiere de anestesia local.
La sutura meniscal permite a los cirujanos de la rodilla conservar íntegramente el menisco del paciente, lo que garantiza la conservación de la articulación a largo plazo, al contrario que ocurre con las meniscectomías.
Se han desarrollado 3 tipos de suturas meniscales:
- Sutura dentro-fuera (In-out).
- Sutura fuera-dentro (out-in).
- Sutura dentro-dentro (In-in).
Será tu traumatólogo quien decida cuál es la mejor opción en función del tipo de lesión de rodilla que tengas y de otros aspectos que considere importante.
¿En qué casos hay que realizar las suturas meniscales?
Como hemos mencionado, las suturas meniscales son el tratamiento preferente para las lesiones de menisco que hemos descrito, por su carácter conservador. Por tanto, son apropiadas, a priori, para cualquier paciente con problemas de menisco. Teniendo siempre en cuenta que será nuestro traumatólogo quien tome la decisión final siempre pensando en nuestro bienestar.
Las suturas meniscales son habituales en:
- Personas de edad avanzada cuyo menisco se encuentra degradado por el paso del tiempo y la pérdida de elasticidad.
- Trabajadores que, en el desempeño de su actividad profesional, su rodilla ha sufrido un gran desgaste a lo largo de los años.
- Personas que realizan deporte habitualmente y que sufren una rotura del menisco como consecuencia de un mal gesto.
¿Cómo es la recuperación de las suturas meniscales?
Una vez concluida la intervención, el paciente podrá volver a casa a las pocas horas o al día siguiente. Durante las siguientes semanas la rodilla permanecerá inmovilizada, debiendo caminar con muletas.
Pasadas unas semanas, comenzará la rehabilitación con la realización de ejercicios de flexo-extensión y para reforzar la musculatura de la zona.
El regreso a la actividad intensiva, ya sea deporte o trabajo, tendrá lugar progresivamente entre los 3 y los 6 meses posteriores a la realización de la sutura meniscal.
Aunque las suturas meniscales tengan un tiempo de recuperación más largo que la meniscectomía, sus ventajas a largo plazo son muy superiores, como ya hemos hablado.
Tras leer este artículo, esperamos haberte aportado algo de luz a cuál es la mejor opción de cara a solventar esos problemas de menisco que te impiden hacer una vida completamente normal. Además, siempre puedes contar con nuestros especialistas de la Unidad de Rodilla y Cadera para resolver todas las dudas que tengas al respecto. ¡Pídenos una cita ya!
