Si alguna vez has sentido un dolor punzante justo en el hueso que sobresale de tu cadera, es muy probable que sufras una inflamación de la bursa trocantérea. ¿Todavía no sabes por qué se produce la trocanteritis? Aunque a menudo se confunde con problemas articulares de la cadera o lumbares, puede estar desencadenada por otros factores. Ya hemos tratado previamente este tema en el artículo Trocanteritis: causas, síntomas y tratamiento. En esta ocasión, tratamos a fondo los motivos que están detrás de esta inflamación. ¡Descúbrelos!
Dolencia por troncanteritis
La trocanteritis, también conocida como bursitis trocantérea, es una causa frecuente de dolor en la parte lateral de la cadera. Es la inflamación de la bursa trocantérea .
- El trocánter mayor: Es una prominencia ósea ubicada en la parte superior y externa del fémur (hueso del muslo).
- La bursa: Es una pequeña bolsa llena de líquido que actúa como un amortiguador entre los huesos, los tendones y los músculos. Su función es reducir la fricción y permitir el movimiento suave.
- La inflamación (bursitis): Cuando esta bursa ubicada sobre el trocánter mayor se inflama, se produce la trocanteritis. Ecausando dolor e hipersensibilidad en la zona.
Síntomas de la inflamación
¿Sabes por qué se produce la trocanteritis? El síntoma principal y característico de la trocanteritis es el dolor en la cara externa de la cadera. Se localiza justo sobre el hueso prominente del lateral del muslo.
Es habitual que el dolor empeore al realizar movimientos de abducción y rotación de la cadera, como caminar, correr, subir escaleras o al levantarse de una silla después de estar sentado un tiempo. Además, la zona es muy sensible a la presión directa. Esto traduce en dolor nocturno si se duerme sobre el lado afectado.
En algunos casos, si la inflamación se extiende a la cintilla iliotibial, el dolor puede asociarse a hormigueos e irradiarse por la cara externa del muslo hasta la rodilla. Cuando la afección se asocia a tendinosis, el paciente puede notar debilidad muscular, cansancio y una pérdida de fuerza al intentar separar la pierna.
Causas comunes y por qué se produce la trocanteritis

La trocanteritis es el resultado de la inflamación de la bursa, que a su vez es causada por una fricción o presión excesiva y repetitiva sobre el trocánter mayor. Es un proceso muy frecuente en la práctica deportiva. Sobre todo en disciplinas que implican un sobreuso del músculo tensor de la fascia lata y movimientos repetitivos de separación de la cadera, como en los corredores de maratón.
Además de los traumatismos directos sobre la cadera, existen importantes factores biomecánicos que hacen a una persona más susceptible a desarrollar este síndrome:
- Debilidad muscular: La debilidad en los músculos abductores de la cadera, especialmente el glúteo medio, provoca una compensación y una sobre-tensión de la fascia lata, aumentando la fricción.
- Alteraciones de la biomecánica de la marcha: Condiciones como la diferencia en la longitud de las piernas (dismetría), la pronación excesiva o una tendencia al pie plano alteran la mecánica de la pierna y la cadera, desequilibrando la tensión.
- Sobreesfuerzo sin preparación: Realizar deportes de alto impacto (como la carrera) con poco entrenamiento muscular de soporte agrava el problema.
- Enfermedades y cirugías: Problemas subyacentes como la artrosis de rodilla, la artritis reumatoide o una cirugía de cadera previa también pueden irritar la bursa y contribuir a la aparición de la trocanteritis.
¿Cómo se cura la troncanteritis?
Ahora que ya sabes por qué se produce la trocanteritis, es el momento de descubrir cómo tratarla. El objetivo principal en el manejo de la trocanteritis es reducir el dolor y la inflamación. Posteriormente, se acondiciona la musculatura para prevenir futuras recaídas. Por lo general, el tratamiento es inicialmente conservador (no quirúrgico). Se recomienda:
- Modificación y adaptación de la actividad: Se debe suspender temporalmente o modificar drásticamente cualquier actividad que provoque dolor a nivel de la cadera. Evita el reposo completo, ya que debilita la musculatur. En su lugar, te recomendamos actividades de bajo impacto, como la natación o el ciclismo.
- Gestión del dolor y la inflamación:
- Crioterapia (hielo): La aplicación de hielo sobre la zona afectada durante 10 a 15 minutos, varias veces al día, es fundamental para reducir la inflamación y el dolor.
- Fármacos: Se pueden utilizar Antiinflamatorios No Esteroideos (AINEs) por vía oral durante la primera semana para atenuar el proceso inflamatorio.
- Tratamientos específicos:
- Fisioterapia: La rehabilitación es indispensable tanto para el tratamiento como para la prevención. El roce de la bursa se reduce mejorando la flexibilidad y la resistencia muscular. El programa de ejercicios debe incluir estiramientos del músculo tensor de la fascia lata y la cintilla iliotibial, y sobre todo, un fortalecimiento de la musculatura general de la cadera (glúteos y el piramidal) para reequilibrar el balance articular y disminuir la fricción.
- Infiltraciones: Si el dolor persiste o la bursitis es muy intensa, se puede valorar la infiltración de corticoides con anestésico local, que proporciona un rápido alivio. En casos donde existe tendinopatía (degeneración) del glúteo medio o de la fascia lata, se puede considerar la infiltración de factores de crecimiento (PRP) intratendinosos para acelerar la recuperación del tejido.
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