Si eres deportista o te gusta estar al tanto de la actualidad deportiva, sabrás que una lesión en el tendón de Aquiles es para preocuparse. Son muchos los profesionales y aficionados que la sufren, apartándolos de la actividad durante meses. Es por ello que te conviene estar al tanto de todo lo relacionado con estas afecciones, tanto si practicas deporte como si no, ya que nadie se libra de caer en ellas. Aquí tienes lo que debes saber al respecto.
Cuando hablamos del tendón de Aquiles, hacemos referencia a uno de los elementos más importantes de nuestro aparato locomotor. El tendón de Aquiles participa enormemente en acciones tan habituales como caminar, correr y saltar.
Estructuralmente hablando, el tendón de Aquiles actúa como conector de los músculos de la pantorrilla (gemelo, sóleo y plantar delgado) con el hueso del talón, que recibe el nombre de calcáneo. Su longitud en una persona adulta ronda los 15 cm, siendo el tendón más fuerte y grueso del cuerpo.
Por tanto, esta situación hace que el tendón de Aquiles soporte una intensa y continua actividad. Esto hace que sea propenso a sufrir lesiones y patologías diversas, de las que vamos a hablar más a fondo a continuación.
Cuáles son las principales lesiones del tendón de Aquiles
1.- Tendinitis y tendinosis
Este no parar del tendón de Aquiles puede conllevar una inflamación del mismo, generando una tendinitis. Esta suele presentarse a unos 3 ó 4 centímetros por encima de su inserción en el hueso calcáneo.
Si no se trata adecuadamente y no se completa una recuperación óptima, esta tendinitis puede agravarse y derivar en una tendinosis. La tendinosis del tendón de aquiles, o tendinosis aquílea, se basa en un deterioro de los tejidos del propio tendón. En concreto, de las fibras de colágeno que le dan forma. Lo que puede derivar en una rotura.
2.- Bursitis
Es la inflamación de las bursas o bolsas sinoviales del tendón de Aquiles. Estas son dos, una anterior y otra posterior. La bursitis posterior suele ser la más habitual, algo que se debe frecuentemente a la presión que ejerce el calzado sobre el talón en esa zona.
3.- Rotura
Aquí tiene lugar un desgarro (parcial o total) de las fibras que conforman el tendón de Aquiles. Cuando ocurre, puedes oír un chasquido en la zona acompañado de un dolor que puede ser intenso. Una rotura del tendón de Aquiles puede afectar de manera importante a tu caminar o a la hora de realizar una práctica deportiva. Según su gravedad, distinguimos 3 grados de rotura:
- Grado I: las roturas de fibras son tan pequeñas que es imposible apreciarlas a ojo o mediante pruebas diagnósticas de imagen, como resonancias magnéticas, ecografías y radiografías.
- Grado II: la rotura de fibras ya es claramente apreciable. Se nota una depresión en la zona del tendón de Aquiles.
- Grado III: el desgarro del tendón es completo.
Por qué surgen las lesiones en el tendón de Aquiles
Las causas de las lesiones del tendón de Aquiles son muy variadas. Mostramos las principales en el siguiente listado:
- Actividad intensiva que suponga una extensión excesiva de éste.
- Práctica deportiva ocasional.
- Caminar o hacer deporte en zonas con pendientes notables, como la montaña.
- Pronación durante la pisada. Es decir, el giro hacia dentro del pie mientras caminamos o corremos.
- Como consecuencia de un golpe o traumatismo.
- Uso de calzado inapropiado, con suela demasiado rígida o desgastada, o con un tacón demasiado alto.
- Tener un arco del pie alto y/o plano, ya que se ejercerá más fuerza sobre el tendón.
- A medida que envejecemos es más probable sufrir estas patologías. Sobre todo a partir de los 30 años, cuando el tendón se hace menos flexible.
- Estadísticamente, los hombres sufren más lesiones en el tendón de Aquiles que las mujeres.
- El exceso de peso también es un factor de riesgo a vigilar.
- Sufrir otras enfermedades, como la tensión arterial elevada y la psoriasis.
- La ingesta de algunos medicamentos, como las fluoroquinolonas (por ejemplo, ciprofloxacina y levofloxacina), una clase de antibióticos. Las infiltraciones con esteroides también pueden influir.
¿Qué síntomas presenta?
Las lesiones en el tendón de Aquiles suelen evidenciarse con molestias, hinchazón, enrojecimiento y sensación de calor, cuya intensidad variará en función del grado de la lesión. Todo localizado principalmente en la zona posterior de la pierna o en la parte superior del tobillo.
Estas molestias suelen ser mayores a primera hora de la mañana, acompañada de rigidez y decreciendo con la actividad rutinaria. Sin embargo, se incrementan tras la actividad física intensa.
Si tiene lugar una rotura del tendón, el dolor es más intenso, así como la inflamación de la zona. Todo acompañado de grandes dificultades para caminar, girar y extender el pie, así como para ponerse de puntillas.
Tratamientos, cuidados y prevención de las lesiones en el tendón de Aquiles
Como suele decirse, el mejor tratamiento contra los problemas en el tendón de Aquiles es la prevención. Para evitar que surjan estas complicaciones es recomendable adquirir ciertos hábitos, entre los que destacamos:
- Si no estás habituado a realizar ejercicio físico, eleva su intensidad progresivamente a lo largo de los días.
- Los ejercicios de calentamiento son clave para evitar lesiones en el tendón de Aquiles. También lo son los estiramientos pre y post ejercicio.
- Evita ejercitarte sobre superficies muy duras o deslizantes.
- En el caso de sentir dolor en la zona, detén la actividad que estés realizando y recupérate.
- Utiliza un calzado apropiado, flexible, no desgastado, que soporte debidamente el arco del pie y amortigüe el talón.
- Ejercita los músculos de las pantorrillas para que el talón de Aquiles tenga una mayor tolerancia a la actividad intensa.
Si, a pesar de todo, acabas sufriendo una patología del tendón de Aquiles, debes enfrentarnos a ella mediante diversas acciones.
En Advansur utilizamos terapias biológicas (factores de crecimiento) ecoguiadas y técnicas minimamente invasivas para la recuperación de estas lesiones.
Estos procedimientos nos permiten acortar los plazos de recuperación y obtener unos resultados óptimos para la facilitar la reincorporación del paciente a su vida deportiva.
Si quiere saber más sobre estas técnicas no dudes en ponerte en contacto con uno de nuestros especialistas que serán los mejores en asesorarte.
En el caso de problemas inflamatorios en el tendón o roturas leves, los tratamientos incluyen:
- Toma de analgésicos y antiinflamatorios.
- Realización de ejercicios de fisioterapia.
- Uso de soluciones ortopédicas, como plantillas o cuñas.
- Reposo.
- Utilizar muletas.
- Aplicar frío y un vendaje adecuado.
- Elevar el pie para reducir la inflamación.
Si estos tratamientos más conservadores no dan el resultado esperado o si la rotura es importante, habrá que recurrir a la cirugía del tendón de Aquiles. Durante esta operación, se vuelven a unir mediante sutura las partes del tendón que se han desgarrado. Tras ella, hay que pasar por una etapa de rehabilitación para que todo vuelva a recuperar la normalidad.
Sea cual sea tu problema en el tendón de Aquiles, desde Advansur traumatología avanzada estamos preparados para afrontarlo. Tras un diagnóstico minucioso, determinaremos el mejor tratamiento traumatológico a aplicar. No te resignes a vivir limitado y con molestias. Te estamos esperando.