En una clínica de traumatología es frecuente recibir pacientes que tras un tiempo con dolor o una lesión de cadera, empiezan a sufrir de dolor lumbar o viceversa. En principio, estas molestias pueden parecer independientes, pero la cadera y la zona lumbar están más relacionadas de lo que pensamos. En este artículo hablamos sobre la relación entre el dolor lumbar y el de cadera.
La relación anatómica entre la cadera y la zona lumbar
Como ya sabemos, el cuerpo es un conjunto de mecanismos interrelacionados, un cambio o lesión en uno de ellos puede afectar al resto. En el caso de la cadera y la columna lumbar, esta relación es muy cercana, ya que ambas estructuras se unen en la pelvis.
La pelvis está compuesta por los 2 huesos ilíacos y el sacro, constituyendo la articulación sacroilíaca. Esto genera una unión estable e indisociable entre la articulación coxofemoral (cadera) con la columna lumbar.
Además, estas articulaciones están recubiertas por otros tejidos como los ligamentos y los músculos, encargados tanto del movimiento como de aportar estabilidad a la estructura.
Por lo tanto, podríamos decir que estas dos articulaciones trabajan de forma conjunta y que lo que ocurra en una afectará de forma inevitable a la otra.
Movimientos relacionados
Teniendo en cuenta que la cadera y la columna lumbar están unidas, sus movimientos también están relacionados. Si prestas atención a los movimientos de tu cuerpo notarás que cada vez que mueves la cadera, la zona lumbar también lo hace, y lo mismo ocurre al contrario. Estos son algunos ejemplos de la relación entre ambas:
- Cuando hacemos una flexión lumbar (por ejemplo al inclinarnos sobre algo) también flexionamos la cadera.
- En los movimientos de extensión de la columna también se produce una extensión de la cadera.
- En los movimientos de inclinación (hacia los lados) tanto la columna como la cadera van juntas en el movimiento.
- La rotación de la zona lumbar también lleva asociado un movimiento de rotación de la cadera.
Conociendo la relación entre ambas estructuras y su movimiento, podemos deducir que una restricción en el movimiento de una de ellas (por una patología o lesión) puede tener consecuencias sobre la otra.
Por ello, en el momento en el que aparezcan síntomas de alguna patología, tanto en la zona lumbar como en la cadera, es recomendable visitar a un traumatólogo especialista que pueda poner un tratamiento y evitar que las molestias se extiendan a otras partes del cuerpo.
Movimientos compensatorios
En otros artículos de este blog hemos hablado sobre los movimientos compensatorios, que son aquellos que el cuerpo realiza de forma automática para “compensar” inestabilidades.
Por ejemplo, si la musculatura de la cadera está debilitada y no es capaz de mantener la estabilidad de la misma, los músculos lumbares asumirán esta función para mantener una posición corporal erguida. En este contexto, la musculatura lumbar hace un sobreesfuerzo que puede llegar a causar desgaste y lesiones.
Por lo tanto, encontramos un dolor lumbar cuyo origen está en una inestabilidad de cadera. Si queremos eliminar este dolor de forma definitiva, el tratamiento no debe ir enfocado a la musculatura lumbar, sino al tratamiento de la inestabilidad de cadera.
Estudios sobre la relación entre el dolor lumbar y de cadera
Son varios los expertos que han estudiado la relación entre estas dos estructuras del cuerpo. Vamos a centrarnos en el estudio realizado en 2009 por Harris-Hayes sobre golfistas profesionales.
Los resultados de este estudio mostraron que los golfistas con historia previa de dolor lumbar tenían un rango de movimiento articular (ROM) disminuido en la cadera. Además, se les pidió que tumbados boca abajo (en decúbito prono) rotasen la cadera, sin embargo fue la columna lumbar la que asumió este movimiento, poniendo de manifiesto un control motor alterado.
Este estudio respalda la relación entre la cadera y la columna lumbar y cómo las lesiones en una de ellas puede afectar a la otra mediante los movimientos compensatorios.
Conclusiones
Como fin a este artículo, podemos concluir que las estructuras de la cadera y la zona lumbar están conectadas y que este es el motivo por el que el dolor lumbar y de cadera pueden ser consecuencia uno del otro.
En este sentido, es muy importante que cuando un traumatólogo trate un dolor lumbar o de cadera, lo haga con un abordaje multidisciplinar, teniendo en cuenta que el dolor puede tener su origen en otra zona del cuerpo.
Por ello, en Advansur trabajamos de forma conjunta entre las distintas áreas de especialidad. Nuestro traumatólogo especializado en patologías de cadera se reúne con los especialistas en la columna vertebral para ofrecer un diagnóstico acertado y un tratamiento que vaya al origen del dolor.