Mujer con dolor de cadera

Dolor de cadera, causas comunes y qué hacer

La cadera constituye una de las articulaciones más grandes que poseemos y es el elemento que une la parte superior del cuerpo con la inferior. Además es una articulación de carga, es decir, que soporta el peso de todo el cuerpo. Por ello, es frecuente sufrir lesiones de cadera siendo así una de las consultas más frecuentes de los pacientes que acuden a Advansur.

Si lo piensas detenidamente la cadera está implicada en muchos de nuestros movimientos. Por ejemplo, sentarnos, caminar, agacharnos… Una lesión en esta articulación puede afectar gravemente a nuestra calidad de vida, por ello es necesario prestar atención a las señales que nos envía nuestro cuerpo. Un dolor en la cadera es síntoma de que algo no va del todo bien y debemos acudir a un especialista en dolores de cadera desde su primera aparición.

La articulación de la cadera

En articulación de la cadera, también conocida como coxofemoral, el fémur se inserta en el hueso coxal, uniendo el miembro inferior y superior del cuerpo. Esto permite una serie de movimientos en distintos planos. Conocer esta estructura nos ayuda a entender mejor las distintas lesiones de cadera.

Estructura de la cadera

Este es un esquema sencillo de las estructuras óseas que encontramos en la zona en la que el fémur se inserta en el hueso coxal y que pueden estar implicadas en un dolor de cadera. Estas partes óseas están recubiertas por músculo y cartílago, entre otros tejidos, que también sufren procesos de desgaste, desgarro, rotura e inflamación, provocando este tipo de dolencias.

Qué hacer ante la aparición de dolor de cadera

Cuando aparece un dolor de cadera, lo más recomendable es acudir a un centro que esté especializado en patologías de cadera. Al principio, los síntomas pueden ser leves, como dolores puntuales que remiten con el reposo. 

Sin embargo, si no atendemos este dolor y no buscamos su origen, sus síntomas pueden empeorar. Con el paso del tiempo el dolor puede pasar a ser más agudo e incluso podemos empezar a perder movilidad en la cadera. 

Por ello, cuanto antes acudamos a un profesional, antes podremos poner solución a la patología de nuestra articulación para que las consecuencias sean menos graves y tengan mayor posibilidad de ser reversibles.

Posibles patologías tras un dolor de cadera

Cuando acudas al doctor por molestias en la cadera, te realizarán una serie de pruebas diagnósticas para determinar su causa. Entre las patologías más frecuentes de la cadera podemos encontrar las siguientes:

Artrosis de cadera

En la unión entre la cabeza femoral y el acetábulo hay un recubrimiento de cartílago que facilita el movimiento y evita el roce entre ambos huesos. La artrosis de cadera es una enfermedad degenerativa que consiste en el desgaste del cartílago, lo que hace que no haya un correcto encaje entre ambos y aparece el dolor. 

Los síntomas más comunes de esta patología son el dolor en la ingle o irradiado hacia la pierna, la rigidez matutina y los problemas al caminar.

Artrosis de cadera

Bursitis trocantérea

En nuestro blog puedes encontrar un artículo sobre la bursitis trocantérea, sus síntomas y tratamiento. En esta patología está implicado el trocánter mayor del fémur y la bursa que lo envuelve, una bolsa de líquido sinovial. Esta bolsa es la encargada de proteger la cadera de los impactos y actúa como almohadilla para evitar que los tendones y las prominencias óseas sufran roces.

Los síntomas concretos de esta enfermedad son dolor al palpar la zona lateral de la cadera, sensación de incomodidad cuando se intenta dormir sobre un lado, dolor en la cara externa del muslo y sensación de calor en la zona afectada. En algunos casos se puede llegar a sufrir de dolor lumbar, que viene causado por realizar compensaciones en el movimiento para evitar el dolor en la zona de la cadera.

 Fractura

Si el dolor aparece tras un traumatismo como puede ser una caída o un golpe, no hay que descartar que se haya producido una fractura en alguna de las estructuras óseas que conforman la cadera. Lo más frecuente es que se produzca una fractura en el cuello del fémur o en la región intertrocantérea.

Esta es una lesión grave que hay que atender de forma inmediata y que podemos reconocer fácilmente por la aparición de un dolor intenso e incapacitante o por la dificultad repentina para levantarnos o caminar.

Choque femoro acetabular

Esta es una patología que suele aparecer en pacientes jóvenes y deportistas. Se trata del rozamiento entre la cabeza femoral y el acetábulo. Esto puede deberse tanto a un abultamiento en el cuello femoral (choque tipo CAM) que choca con el reborde acetabular como que el borde del acetábulo protuya tanto que choque con el cuello del fémur en gestos de flexión y rotaciones de cadera.

Este rozamiento produce un desgaste en el cartílago que rodea la articulación, lo que puede llegar a causar una artrosis de cadera. Los síntomas que suelen aparecer son dolor en la zona inguinal y en la cara anterior del muslo y molestias tras la práctica deportiva.

Necrosis de la cabeza femoral

Esta patología se da cuando la cabeza del fémur deja de recibir irrigación sanguínea o esta se reduce de forma considerable. Al no recibir el riego sanguíneo que necesita, el tejido óseo comienza a sufrir necrosis (muerte del tejido). Con el paso del tiempo, esta necrosis puede llegar a causar el colapso de la articulación.

La sintomatología de esta enfermedad va relacionada con el dolor de cadera, en la zona de la ingle y el muslo. Al ser una patología degenerativa, el dolor se va volviendo más agudo con el paso del tiempo.

Necrosis de la cabeza femoral

Prevención

Cómo hemos visto, detrás de un dolor de cadera puede haber múltiples patologías. Para prevenir la aparición de cualquiera de ellas debemos adquirir una serie de hábitos para cuidar nuestra cadera. Estas son algunas de las recomendaciones a seguir para mantener la articulación en buen estado de salud:

  • Pérdida de peso en personas que sufren de sobrepeso para disminuir la presión sobre la cadera.
  • Realizar ejercicios de bajo impacto como la natación que mantengan el cuerpo en forma sin afectar a la articulación.
  • Evitar pasar mucho tiempo de pie.
  • Realizar calentamientos y estiramientos antes y después de de la práctica deportiva
  • Utilizar calzado adecuado.
  • Tener hábitos alimenticios saludables.

Tratamientos del dolor de cadera

Como en la mayoría de patologías traumatológicas, siempre se comienza con un tratamiento conservador. Dependiendo de la patología causante del dolor, este puede incluir reposo en la fase aguda del dolor, toma de medicamentos analgésicos o antiinflamatorios e incluso la infiltración de corticoides. 

Una vez remitido el dolor, en muchos casos se realiza un proceso de rehabilitación mediante fisioterapia para recuperar la movilidad articular perdida.

Si el tratamiento conservador no da resultado, se pasa a valorar el tratamiento quirúrgico. Como el dolor de cadera abarca distintas patologías, cada una de ellas tendrá un tratamiento quirúrgico específico. Muchas de las enfermedades de cadera se pueden tratar con un abordaje artroscópico, una técnica mínimamente invasiva y que tiene una recuperación mucho más rápida que las cirugías abiertas.
En Advansur somos especialistas en cirugía mínimamente invasiva, por lo que si sufres de dolor de cadera, puedes confiar en nosotros para acompañarte en el camino a la recuperación. Ponte en contacto con nosotros y estudiaremos tu caso en profundidad.

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