La discrepancia de longitud en los miembros inferiores es una causa de consulta muy común entre los padres que visitan la Clínica Advansur. Suele ser un motivo de preocupación entre los padres por las consecuencias que puede tener en la vida adulta del niño, como alteraciones en la marcha y dolores de espalda.
La realidad es que el 10% de la población padece discrepancias de longitud de los miembros inferiores. La mayoría de ellas son tan pequeñas que pasan desapercibidas y no tienen consecuencias en la vida cotidiana de las personas. Sin embargo, el diagnóstico precoz es fundamental para tratar aquellas discrepancias más pronunciadas que sí generan clínica y que deben ser seguidas y tratadas.
¿Qué es la discrepancia en la medida de los miembros inferiores?
Esta patología es una diferencia de longitud entre las dos piernas, es decir, una pierna es más larga que la otra. La diferencia puede ser de dos naturalezas: hipermetría cuando una pierna es más larga que la otra e hipometría cuando una pierna es más corta que la otra. La segunda (hipometría) es la más frecuente.
En la discrepancia de longitud de extremidades inferiores, la discrepancia en la longitud se debe a una diferencia de tamaño en los huesos o en las partes blandas que los envuelven. Ya sea en la pierna (tibia y peroné), el muslo (fémur), el pie o en todos ellos.
La falsa discrepancia en la longitud de los miembros inferiores
La discrepancia de medida entre las piernas debe ser medible cuando la cadera está totalmente recta, ya que de lo contrario, podríamos estar ante un caso de falsa discrepancia de longitud. La falsa discrepancia de longitud es una diferencia aparente de longitud entre las dos piernas causada por inclinaciones en la columna, cadera o pelvis (oblicuidad pélvica). En este caso, al tratar el problema que la origina, la diferencia de longitud desaparece automáticamente.
¿Cuáles son los síntomas?
La discrepancia de longitud en las extremidades inferiores puede manifestarse con diferentes síntomas en función de su magnitud y de su origen:
En los casos de las discrepancias más pequeñas, los niños no suelen tener síntomas y entra dentro de la normalidad que una pierna sea un poco más larga que la otra. Sin embargo el pediatra sí suele detectarla en las mediciones que realiza al niño durante las revisiones rutinarias. Cuando la discrepancia es más severa, sí existen síntomas más notables que los padres pueden detectar fácilmente, estos son los más frecuentes:
- Alteración de la marcha: Se observa que el niño no camina de forma normal, presentando cojera, marcha en equino con un pie o un patrón de marcha irregular.
- Molestias en la zona lumbar: El niño manifiesta dolores o incomodidad cuando camina, al estar de pie y hacer deporte en la zona lumbar.
- Asimetría en la postura: Percibimos que una de las caderas se encuentra más elevada que la otra, también se puede detectar por una diferencia de altura en los hombros o escápulas y por un flanco costal más marcado que otro. A veces al quedarse de pie vemos que el niño siempre dobla una rodilla para compensar la altura
En caso de detectar alguno de los síntomas, los padres deben acudir a una consulta de traumatología infantil para recibir el diagnóstico e iniciar un tratamiento si fuera necesario.
Diagnóstico de la discrepancia de longitud de las extremidades inferiores
El diagnóstico de esta discrepancia de longitud de los miembros inferiores se consigue realizando distintas mediciones en las extremidades inferiores. Estas son las mediciones más habituales:
- El niño se pone de pie y se observa si hay una diferencia de altura en las caderas. En caso positivo, se van colocando alzas en la pierna más corta hasta conseguir alinear las caderas, así se puede saber la magnitud de la discrepancia de longitud.
- El niño se coloca boca arriba en la camilla y flexiona la cadera y rodillas. Si se aprecia una diferencia de altura entre las rodillas, estamos ante un caso de discrepancia en la longitud del fémur.
- El niño se coloca boca abajo en la camilla y flexiona las rodillas, una diferencia en la altura de los talones indica una discrepancia de longitud en la tibia, el peroné o en ambos.
Si se observa discrepancia en la longitud de las piernas se puede proceder a realizar pruebas de imagen como una radiografía para ampliar información.
¿Cuáles son las causas de la discrepancia de longitud en los miembros inferiores?
En muchas ocasiones, no se encuentra una causa clara que explique esta discrepancia de longitud de los miembros inferiores, pero hay algunas causas conocidas que pueden originarla:
- Congénita: Originada por malformaciones como ausencia (agenesia) del peroné, pie zambo o luxación congénita de cadera.
- Infecciosa: Puede generarse una diferencia en la longitud de los miembros como consecuencia de la artritis séptica, osteomielitis y otras infecciones.
- Traumática: Se origina a raíz de fracturas en el cartílago de crecimiento o fuera del mismo. En los casos de fracturas que afectan a la línea de crecimiento éste se puede ver afectado; en los casos de fracturas que no afectan a la línea de crecimiento se produce un sobrecrecimiento del hueso fracturado y la pierna que queda más larga es la fracturada
¿Cómo se trata la discrepancia de longitud en las extremidades inferiores?
El tratamiento de la discrepancia de longitud de las piernas va a depender de la diferencia de longitud entre las extremidades y siempre tendrá que hacerlo un especialista en traumatología. Podemos hacer tres grandes grupos de tratamientos según la magnitud de la discrepancia:
- Entre 0 y 2,5 cm: Esta discrepancia es la más habitual y no requiere de tratamiento Si no produce síntomas al paciente, solo de un control periódico durante la etapa del crecimiento. En la mayoría de los casos se suele compensar, y si no lo hace, el cuerpo se acomoda a esta diferencia y no precisa tratamiento. En caso de producir molestias se coloca un alza o plantilla interna y /o externa al calzado.
- Entre 2,5 y 5 cm: Las discrepancias de longitud en este rango sí requieren de tratamiento quirúrgico que consiste en el frenado del crecimiento del miembro más largo en un momento concreto del desarrollo.
- ENTRE 5 Y 20 cm: Para esta discrepancia, se realiza una cirugía de elongación del miembro más corto de forma progresiva.
- En discrepancias superiores a 20 cm se realiza amputación del miembro más corto.
¿Tiene consecuencias en la vida adulta?
Las pequeñas discrepancias, de menos de 2,5 cm, no guardan relación con la aparición de otras patologías en la vida adulta, además, no suelen ser perceptibles a ojos de los demás.
Las discrepancias de longitud más acentuadas, de más de 2,5 cm, sí pueden tener efectos a largo plazo, especialmente si no se diagnostican ni se tratan. Algunas de las dolencias que pueden aparecer son:
- Dolor lumbar
- Alteraciones de la marcha: El paciente puede desarrollar un patrón irregular a la hora de caminar.
- Mayor riesgo de desarrollar artrosis, especialmente en cadera y rodilla.
De cara al futuro y para evitar estas complicaciones, lo más indicado es contactar con un traumatólogo infantil ante los primeros signos de discrepancia en la longitud de las extremidades inferiores. De esta manera, el profesional dará con el tratamiento más adecuado y podrá hacer un seguimiento de la evolución del niño.
